Una experiencia inolvidable
3 años habían pasado desde el primer contacto con la Iron Butt Association y posteriormente con la organización Asphalt Rats para finalmente llevarse a cabo en Paraguay el 1er. Rally de Resistencia en Moto, que contó con la participación muy animada de 72 pilotos inscriptos.

La singularidad de este evento inédito en nuestro país, marcó un antes y un después en los más hambrientos devoradores de kilómetros sobre la moto, aquellos incansables o locos… quizás más locos, pero apasionados por rodar y de disfrutar estoicamente de la lucha mental de lograr algo que no es para cualquiera, de hecho, es para pocos, aquellos más duros solamente.
Una noche con la tormenta perfecta.

Fue la salida calmada pero con mucha alegría, ansiedad quizás, pero con adrenalina más que seguro. Cada uno de los pilotos que dieron su salida inicial lo hicieron ansiosos de lograrlo sin contratiempos… hasta que comenzó el tiempo a mostrarse con una tormenta que podría quebrar a cualquiera que no estuviese justamente midiéndose entre los más duros. Y fue así que en medio de fuertes vientos, lluvias intensas e incluso graniso, muchos de estos 72 pilotos se fueron abriendo paso en medio de la tormenta allá por Ayolas, San Cosme o llegando a Encarnación. La ruta 6 de camino a Ciudad del Este estuvo dura para muchos y se hacía la ruta casi interminable desde ese momento. ¡Menos mal que había agallas y muchas muchas ganas!
La tormenta perfecta para complicar aún más un desafío durísimo.
Victoria est fortibus
Los pilotos tuvieron sed de gloria y después de recorrer los 1600 y 1000km en medio de una fuerte tormenta, el arco de bienvenida aún en medio de fuertes lluvias permanecía erguido esperando a los sufridos pero eufóricos pilotos que alcanzaron la meta y se llenaron de orgullo de saber que se desafiaron a ellos mismos y lograron cumplir la hazaña más intrépida en moto nunca antes organizada en Paraguay.
Aquellos que no pudieron llegar a la meta, quedaron con la sangre en los ojos y una promesa: volver y cumplir con ellos mismos.
Y es que no es que no lo lograron porque claudicaron en medio de la ruta, sino porque atravesando la dura tormenta y sorteando las enormes lluvias aún a baja velocidad, solamente les faltó tiempo, algunos minutos solamente, para llegar a la meta, al arco de bienvenida y hacerlo entre los límites del tiempo establecido como dicta la organización en este formato exclusivo dentro de las 12 o 24hs.
